lunes, 16 de mayo de 2016

MOVIMIENTO OBRERO

El proletariado comienza su actividad organizativa y reivindicativa casi simultáneamente a su aparición, tanto en alianza con otros grupos sociales, como de forma independiente. Entre las primeras manifestaciones colectivas del descontento obrero destacan las que tenían como objetivo la destrucción de las fábricas y las máquinas , a las que se consideraba responsables del deterioro de las condiciones de vida de los obreros y del desempleo, principal azote del proletariado. Se dieron desde finales del siglo XVIII. Estas protestas son conocidas con el nombre de ludismo, en referencia a un obrero tejedor llamado Nedd Ludd , simbólico iniciador del movimiento. Contra los incendiarios se dictaron en toda Europa severas leyes, en las que se llegaba, como en la promulgada en Inglaterra en 1812, a instaurar la pena de muerte.

A finales del siglo XVIII nacían en Inglaterra las primeras sociedades de amistad (mutualidades), hermandades o clubs obreros, antecedentes de los sindicatos.
Comienza la organización: La represión del ludismo y la prohibición de las asociaciones obreras condujo a las masas trabajadoras, así como a algunos intelectuales y empresarios, a buscar fórmulas que resolvieran el acuciante problema de las duras condiciones de vida del proletariado. Tras un período de clandestinidad sindical, en 1824 se autorizó en Inglaterra la formación de Trade Unions , sindicatos por oficio que poco a poco tendieron a unirse hasta topar con nuevas prohibiciones. En los años 30 del siglo XIX surgió el Cartismo , movimiento pacífico que mediante sus manifestaciones y actos públicos consiguió reunir casi dos millones de firmas en defensa de una Carta del pueblo (1837) , mediante la cual se solicitaba a la Cámara de los Comunes británica el sufragio universal, mayor representatividad de los votos y otras reformas electorales, con las que pretendían lograr mejoras laborales, educativas y sociales. Algunas manifestaciones cartistas fueron reprimidas de forma sangrienta, lo que contribuyó a la finalización de un movimiento que, en todo caso, debe considerarse un éxito como ensayo de movilización general de las masas obreras.

El socialismo premarxista o utópico: El socialismo surgirá como pensamiento opuesto a los planteamientos del liberalismo, aunque compartía con él sus bases ideológicas: el racionalismo ilustrado del S. XVIII (en la versión de Rousseau) y la creencia en los derechos naturales del hombre. En la primera mitad del S. XIX, los primeros socialistas condenaron la injusticia de la sociedad industrial y criticaron un desarrollo económico que producía miseria. Defendieron la dignidad del individuo y la solidaridad colectiva como principios morales, elaborando proyectos de sociedades ideales que pretendían una igualdad social. Más tarde fueron denominados “utópicos” porque creían que la nueva sociedad que planteaban era deseable para todos y se pondría en marcha por la simple voluntad de la humanidad. El francés Luis Blanc apostaba por el sufragio universal y proponía la creación de talleres cooperativos dirigidos por el Estado. Charles Fourier defendió la creación de falansterios: agrupaciones comunitarias donde la propiedad era colectiva y hombres, mujeres y niños compartían todas las tareas. El inglés Robert Owen , participó en la lucha sindical y defendió la organización de cooperativas donde desaparecería la explotación y se desarrollaría la educación, y cuya extensión nacional terminaría por reemplazar al Estado. Aplicaría estos principios en su fábrica textil de New Lanark, en Escocia.
El movimiento obrero desde 1848: Desde 1848, el movimiento obrero adopta a menudo la forma de una verdadera guerra de clases. La represión de las manifestaciones cartistas de ese año y las luchas de las jornadas revolucionarias de París rompieron la alianza que hasta ese momento unía al proletariado con la burguesía. Las nuevas formulaciones, el marxismo y el anarquismo, considerarán la lucha como único medio de emancipación y aspirarán a la superación de la sociedad capitalista y de la explotación obrera.

El Marxismo o socialismo científico: Tras estudiar a los filósofos alemanes (Hegel, Feuerbach) y a los economistas clásicos (Smith, Ricardo), Marx formula en sus escritos una nueva concepción del mundo basada en la crítica al sistema capitalista, al que ve condenado a desaparecer por sus propias contradicciones y por la acción del proletariado que, tras alcanzar el poder, aspirará a crear una sociedad sin propiedad privada, sin explotación y sin clases. Tras la publicación, junto con Engels, del Manifiesto Comunista (1848), sus teorías tienen una gran repercusión en las masas

La teoría marxista se asentó sobre tres bases:
El análisis del pasado entendido como una lucha de clases: toda sociedad engendra sus propias contradicciones, que, tarde o temprano, acababan destruyéndola; en su lugar, van surgiendo sistemas sociales y económicos nuevos. De esa forma, el feudalismo había sido sustituido por el capitalismo y este debía dejar paso al socialismo.
Crítica del capitalismo: Marx planteó en El Capital , una demoledora crítica de ese sistema. La gran diferencia entre el salario del trabajador y el valor de lo que producía, la plusvalía, pasaba a manos del empresario capitalista, quien no lo merecía. Además, el trabajo del obrero en las fábricas, llevaba a su alienación.
Dictadura del proletariado: para lograr los fines de la sociedad comunista sería necesaria la derrota de la burguesía y la toma del poder político por los trabajadores, que abriría una situación transitoria de dictadura del proletariado para conseguir la desaparición de todas las clases y, de esta forma, llegar a la sociedad igualitaria.

El anarquismo: El término anarquismo es de origen griego y significa sin autoridad ni poder. Esta ideología, junto con el marxismo, constituye una de las corrientes del socialismo . Ambas coinciden en la crítica al capitalismo y en la necesidad de su eliminación, pero difieren radicalmente en cuanto a los métodos para conseguirlo. A lo largo del siglo XIX ambos pensamientos se fueron alejando, hasta convertirse en antagonistas .


La teoría anarquista: El pensamiento anarquista no es uniforme, sin embargo, sus defensores comparten algunas ideas afines: El rechazo de cualquier tipo de autoridad y defensa de la libertad individual: Para los anarquistas el Estado capitalista constituye una estructura que posibilita la explotación de la clase obrera y por ello debe ser destruido. Rechaza tanto el juego político como la organización de partidos. El medio fundamental para eliminar al Estado es la huelga general , que permite arruinar a la burguesía. La organización social ha de estructurarse de abajo arriba, partiendo de pequeñas comunidades autosuficientes y por libre decisión de sus miembros, expresada a través del sufragio universal, nunca por imposición. La abolición de la propiedad , ya que ésta es considerada como un robo cuando se consigue sin trabajo. 

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